26 junio 2009

Cuando los mitos cambian de color

No me gusta la música de Michael Jackson y jamás tuve uno de sus discos. En mi iPod no hay el más mínimo rastro de su obra, pero algunas de sus creaciones y dos o tres videos suyos serán imborrables para mí, porque son la banda sonora de no pocos momentos que no podré olvidar.

Soy uno de los poquísimos cubanos que no son capaces de bailar nada. Parafraseando a Jorge Drexler, estoy sordo de los dos pies. En toda mi vida sólo aprendí a bailar una sola cosa, aquel bailecito en que Michael Jackson caminaba para atrás. Lo hacía con una perfección increíble. Fue un enorme sacrificio que tuve que hacer para que la rubia más linda del Paradero de Camarones, una que bailaba como una trastornada, me dijera que sí.

Para mi generación, Michael Jackson no era Michael Jackson sino Carlos Otero disfrazado de negro y doblando aquella canción que en Cuba se llamó “Se me cae la trusa”. Luego, cuando empezaron a pasar los videos del Michael real, ya se había disfrazado de blanco y se imitaba a sí mismo.

No me gusta su música, pero admito que es uno de los íconos más duraderos de la segunda mitad del siglo XX. Todo lo que pasó en su vida, pasó. Desde ayer en la tarde empezó a construirse el mito, ese monumento que se erigirá poco a poco en la memoria colectiva de todos y que perdurará, del mismo color, por los años de los años.

4 comentarios:

Jose Manuel Poveda dijo...

"Coincido contigo. No gustándome demasiado su música(que en mi opinión envejece a pasos agigantados), hay que reconocer que marcó una época, un gusto, una manera de bailar y fiestar, sobre todo en aquellas fiestas de "pepillos" en los 80 en Cuba. Sus dos videoclips más célebres, Billy Jeans y Thrillers son prodigiosos, geniales."

Lourdes Miami dijo...

Oye me morí de la risa con eso de se me cae la trusa. Que tire la primera piedra el que no bailó con eso en aquella cubita la bella. Felicidades Camilo este blog es una delicia.

Pancho FL dijo...

Camilo es curioso el caso de Michael Jackson en Cuba porque fue uno de los primeros yumas que rompió la barrera del diversionismo ideológico. Claro, sus canciones eran inofensivas y tontas y ponía a la gente a bailar y a olvidar. Felicidades por tu blog que es excelente.

Anónimo dijo...

coincido con los lectores,muy buen blog,el punto exacto.y tampoco me gusta la musica del difunto dicho sea de paso le tenia rencor por arrebatarle los derechos a muchas canciones de los beatles a paul y xq una vez le preguntaron sobre la situacion de cuba y se desentendio de esta manera: no me interesa cuba,alla no se venden mis discos ni se radia mi musica.lo q dios le quito en raciocinio se lo habra otorgado por otro lado.