18 junio 2009

Los herederos del Che son vegetarianos

Lydia Guevara, de 24 años, será la imagen de la próxima campaña a favor de la dieta vegetariana de la organización Personas por la Ética en el Trato a los Animales (PETA). Para ello, se ha dejado retratar con el torso desnudo y con boina. En la imagen su pecho apenas está cubierto por un arnés que, en el lugar de los proyectiles que solía usar su abuelo, lleva zanahorias.

“Tras discutirlo con mi familia, decidí que debía participar en la campaña, ya que, como vegetariana, estaré utilizando el nombre de mi abuelo para una buena causa en la que creo”, dijo Lydia a la agencia española EFE. “La lucha de PETA por los animales fue uno de los motivos por los que me convertí en vegetariana. Además, este estilo de vida se ha convertido en una verdadera revolución que cada vez capta más personas y que supone una alternativa más saludable para el planeta y el hombre”, aseguró la joven.

Otros herederos del Che, los millones de pioneros cubanos que, a lo largo de cinco décadas juraron ser como él, también se han visto forzados a ser vegetarianos. En su caso, no ha sido por una convicción sino por el desabastecimiento de carne en Cuba. Los pocos que insisten en ser carnívoros, corren el riesgo de ir a prisión, pues las leyes del gobierno revolucionario condenan hasta con cinco años de cárcel al campesino que sacrifique a una res de su propiedad.

Hace poco más de un año, cuando en Cienfuegos se distribuyó una pequeña ración de carne de res por persona, muchos adolescentes descubrieron por primera vez a qué sabía aquel animal con el que habían aprendido a pronunciar la “uve de vaca”. Ninguno de ellos la ha vuelto a probar, a menos que sus padres arriesguen su libertad por tal de alimentarlos. La nueva campaña revolucionaria de PETA puede ser una solución a la insoportable nostalgia por un bistec con papas fritas.

5 comentarios:

Antonio Gómez Sotolongo dijo...

Si no fuera por lo trágico que encierra esta noticia, sería absolutamente ridícula... pero así anda la Historia de Cuba desde hace medio siglo, entre farsas y tragedias.

Lourdes Suárez dijo...

Al menos la nieta del Che tuvo la oportunidad de elegir ser vegetariana, algo que no pueden hacer la mayoría de los habitantes del país que su abuelo "liberó". Los cubanos no están en la libertad de decidir ni siquiera qué quieren comer. Ni eso les permite la dictadura que su abuelo instauró con balas en lugar de zanahorias.

Raiza dijo...

Camilo siempre leo tu blog. Todos los días lo reviso y cuando no escribes nada nuevo aprovecho para leer cosas viejas. Te felicito de verdad, no solo porque escribes maravillosamente bien sino por la lucidez y la gracia con la que abordas los temas. Por ejemplo este de la nieta del Verdugo de La Cabaña. Yo también fui pionera y también juré ser como él, pero hace 15 años que vivo en libertad y disfruto de algo que quisiera para todos mis compatriotas, el derecho a ser vegetarianos, caníbales o lo que se les ocurra, pero sin que nadie decida por ellos. Gracias por tu Fogonero te mando un gran abrazo desde Canarias.

blanca dijo...

Camilo y el articulo tambien se aplica al campesido "dueño" de la vaca. Si a un campesino le roban una vaca es culpable hasta que no se pruebe lo contrario.
SACRIFICIO ILEGAL DE GANADO MAYOR Y VENTA DE SUS CARNES
Artículo 240. 1. El que, sin autorización previa del órgano estatal específicamente facultado para ello, sacrifique ganado mayor, es sancionado con privación de libertad de cuatro a diez años.
2. El que venda, transporte o en cualquier forma comercie con carne de ganado mayor sacrificado ilegalmente, es sancionado con privación de libertad de tres a ocho años.
3. El que, a sabiendas, adquiera carne de ganado mayor sacrificado ilegalmente, incurre en sanción de privación de libertad de tres meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas o ambas.
4. El que, a sabiendas, adquiera carne de ganado mayor sacrificado ilegalmente para suministrarla a centros de elaboración, producción, comercio o venta de alimentos, incurre en sanción de privación de libertad de dos a cinco años.
5. El que, sin ponerlo previamente en conocimiento de la autoridad competente para su debida comprobación, sacrifique ganado mayor que haya sufrido un accidente lo cual haga imprescindible su sacrificio, incurre en sanción de multa de cien a trescientas cuotas.
6. En los casos de comisión de los delitos previstos en este artículo el Tribunal impondrá como sanción accesoria, la confiscación de bienes.

Rodrigo Kuang dijo...

Chama, me da tremenda gracia que hoy esta noticia desató un montón de análisis bloggeros, cada uno desde su originalidad pero todos coincidentes en el punto de ridiculez, en la imagen contrapuntística de esa jevita ataviada con zanahorias en un sueño de animalitos guerrilleros.
Y sí, es cierto que los pioneros cubanos comen tanta soya como Lydia Guevara, aunque a ellos se la pasan como si fuera picadillo.