12 junio 2009

No hay nada que agradecer, Cristina

La doctora Hilda Molina tuvo que esperar 15 años para que el Gobierno cubano le permitiera abrir la puerta, salir de la Isla y reunirse con su familia. Al dar la noticia, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner agradeció el “importante gesto” que ha tenido el presidente Raúl Castro. En Buenos Aires esperan por Hilda su hijo y dos nietos, de 13 y 7 años, a los que todavía no conoce.

Aunque el caso de esta familia se ha hecho célebre y ha recibido una gran cobertura en los medios, es apenas uno entre miles. Durante más de cuatro décadas los cubanos han estado privados del derecho de viajar con libertad. Generaciones enteras han crecido como rehenes de un estado totalitario que ha convertido las aguas territoriales del país en un muro tan infranqueable y bochornoso como el de Berlín.

Fidel Castro se refiere en sus Reflexiones de hoy a la Operación Peter Pan, donde miles de niños cubanos fueron llevados a Estados Unidos con el pretexto de salvarlos de adoctrinamiento que supondría la instauración de una dictadura (que a la postre acabó fraguándose). Al tratar de reconstruir los hechos, al Comandante se le escapa una frase comprometedora:

“Transcurría el año 1960 cuando se inició la operación. Como se conoce, nuestra Revolución no había puesto obstáculo alguno a las salidas del país. Debía ser la obra voluntaria de un pueblo libre”, dice.

Desde entonces ese pueblo al que se refiere Fidel, está privado de su voluntad y de su libertad. A partir de ahí se implantaron el Permiso de Salida y todas esas ignominias que, parafraseando al octogenario líder, habrían sido envidiadas por el propio Goebbels, el ministro de propaganda nazi.

No hay nada que agradecer, Cristina. A Hilda Molina sólo se le ha devuelto un derecho del que siguen privados millones de cubanos. No se olviden de ellos.

3 comentarios:

blanca dijo...

Camilo, nada mas parecido a nuestra dictadura que el fascismo, los proyectos políticos son muy parecidos, claro, también existen sus diferencias, no quiero ser injusta, no hay nada peor en Cuba que ser cubano.

Ana Zilma Miranda dijo...

Y vaya casito este, que se pasa de controversial. Esta señora tiene algunas cuentecillas pendientes, con muchas madres, con muchos enfermos, con muchos muertos. Pero aún así la maquinaria que defendió a ultranza y que quede claro...sabiendo lo que hacía, le mordió el pie, cual trampa para osos. Nadie escapa...como tampoco escapó Joseph Menguele.

Anónimo dijo...

A esta señora solo la liberaron de una prision domiciliaria de 15 largos años, si la hubiesen condenado de lo que la acusaron en su momento como, querer adueñarse del CIREN despues de la caida del bloque socialista y de la cantidad de dinero que dicen se habia robado la llevaron suave, 15 años y en la casa. Ahi tenemos a Biscet y a los de la primavera negra que por menos estan sufriendo mucho mas.