19 febrero 2010

La Habana divina del Infante difunto

Miriam Gómez, la viuda de Guillermo Cabrera Infante, acaba de confesar que le temía a su marido cuando escribía: “Se desnudaba y sólo la luz de su lámpara le calentaba. Me aterraba saber qué podía contar”, dice la vieja actriz, que aún vive en la casa de Gloucester Road, en Londres, donde el escritor cubano pasó el resto de su vida.

Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores pondrá en circulación la semana próxima las casi 600 páginas que conforman Cuerpos divinos, un libro que, según su propio autor, no es una novela sino una prolongación de su memoria y de los años más felices de su vida, aquella Habana que duró una década y unos pocos años entre los 50 y los 60 del siglo pasado.

Elsa Fernández-Santos entresaca hoy, en El País, algunas frases y un par de párrafos de Cuerpos divinos. Escojo uno: “Las revoluciones son el final de un proceso de las ideas, no el principio, y es siempre un proceso cultural, nunca político. Cuando interviene la política -o mejor los políticos- no se produce una revolución, sino un golpe de Estado, y el proceso cultural se detiene para dar lugar a un programa político. La cultura entonces se convierte en una rama de la propaganda. Es decir, las ilusiones de la cultura, el sueño de la razón, se transforman en pesadilla”.

Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores prepara en estos momentos, bajo la dirección del cubano Toni Munné, las obras completa de Guillermo Cabrera Infante. La edición, que incluye papeles, notas y cuadernos inéditos, será presentada en el próximo otoño (una estación que no existe en La Habana).

Cuenta Fernández-Santos que Miriam Gómez dice que su marido “le pidió que cambiara los nombres falsos que había puesto en el libro una vez que las personas de las que hablaba hubieran muerto. Sólo la gente que él despreciaba seguirá con seudónimo". Sólo con Fidel Castro, que es uno de los seres más repelidos por el escritor, la regla tuvo una excepción y el dictador es llamado por su nombre y apellido.

Guillermo Cabrera Infante publica con más regularidad desde que se fue de este mundo, pero, así en la vida como en la muerte, la Habana divina (ese personaje que, al menos para él, murió a principios de los años sesenta) sigue siendo el protagonista de todas sus páginas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Por Velasco pasaba un tren precioso de pasajeros y había hasta un paradero que las tambochas también se comieron......un besote.

Gioconda Carralero Dominicis.
giocondacarralero@hotmail.com

Anónimo dijo...

Hola, camilín:
mando cariños. Cada vez más hermoso tu Blog. Y mueve reflexiones.... Eso me agrada. LEMIS

Juan C Recio dijo...

Muy interesante, gracias

Salvador Lemis dijo...

Hermoso blog. Eso de Cabrera Infante es mágico ... y doloroso.
Lemis.

ZoePé dijo...

Gracias por la noticia. Estaré esperando ansiosa la salida de ese libro.
Saludos.