30 octubre 2010

Juan Pablo Duarte en manos de la ridiculez

Le dediqué la mañana del sábado a uno de los afanes que más disfruto, deambular por los pasillos del supermercado. Así fue que descubrí, entre embutidos y legumbres, un ejemplar de  Duarte en mi corazón de niño, un libro de Juan Gilberto Núñez. Confieso que al principio me produjo un ataque de risa, pero poco a poco me fui tomando en serio aquello y acabé por arruinar mi deliciosa rutina.
Lo primero que me impactó fue la ilustración de la portada. La caricatura de un rubio de ojos azules suplanta al prócer Juan Pablo Duarte, el mestizo dominicano que promovió el (re)nacimiento de una nación. Eso me hizo recordar la exposición del Centro León donde se propone un diálogo sobre las identidades dominicanas y el verdadero color de los que las han hecho.
No tuve el valor de comprar el libro, la lectura de un par de párrafos me bastaron para entender su disparatado propósito. Lo único que lamento de él es el prólogo de Juan Daniel Balcácer, de quien conservo recuerdo entrañables y cuya lucidez me consta. Por eso no me explico qué hace Juan Daniel justificando lo que no tiene la más mínima justificación.
Justo al lado de Duarte en mi corazón de niño, donde su autor figura de traje y pañuelos, había un ejemplar de un libro que perdí del Premio Nobel Mario Vargas Llosa (quien, por cierto, se hizo retratar en mangas de camisa). En República Dominicana hay muchos individuos que, de buena fe, tratan de rescatar el legado de Juan Pablo Duarte. El primer paso para lograr eso, debería e ser la reconstrucción de un hombre creíble.
Justo por eso fue que llegué con Mario Vargas Llosa debajo del brazo a la caja registradora.

29 octubre 2010

Gustavo el Chambón

Era el más torpe de todos los de mi generación, por eso desde niño se ganó el nombrete de Chambón. La peor circunstancia podía resolverse con una de sus carcajadas, la más sólida estructura podía desvanecerse con uno de sus manotazos. El Chambón era una rara mezcla de bondad extrema con torpeza infinita.
Quizás eso último provocó un inesperado y triste giro en su vida. En los años ochenta, como muchos adolescentes cubanos, fue llevado a las selvas de África para librar una guerra inútil, injustificable. Un mal día sus torpes dedos se enredaron en el gatillo del AKM y acabó disparando al corazón de uno de sus amigos más queridos.
Cuando volvió de Angola estaba irreconocible. Su alegría insobornable se había extraviado en un rostro amargo, esquivo, agresivo. Poco a poco fuimos recuperando al Chambón. Un día regresó su entusiasmo, otro sus manotazos y con el tiempo, ¡por fin!, su increíble habilidad para resolver la peor circunstancia con una risotada inimitable.
Cuando destilábamos alcoholes de contrabando, él era nuestro catador. “¡Cuidao, que todavía lo que está saliendo es acetona!”, nos advertía con el trago ardiente en la mano. En casa de Gaby, en ausencia de mi maestra Estrella, planeamos las más enloquecidas trastadas. Pero el Chambón siempre acababa persuadiéndonos, mientras repartía sus “cariñosos” manotazos.
Hace diez años que no recibo uno de esos destructivos abrazos, pero acabo de ver una foto suya y no pude evitar un par de lágrimas (“¿Y esa mariconería, tú?”, se hubiera preguntado él). Ese, el de la izquierda, es Gustavo el Chambón. Si alguno de ustedes pasa por el Paradero de Camarones, pregunten por él y solo díganle que lo quiero mucho, muchísimo.

27 octubre 2010

La patria desaparecida

Desde niño sentí una rara atracción por la Argentina. Primero, fue su cercanía al Polo Sur, un lugar que, según mi abuelo Aurelio, era como un jarro de cinco libras de hielo: impenetrable. Luego fue la música: Carlos Gardel, Virgilio Expósito, Atahualpa Yupanqui, Charly García, Juan Carlos Baglietto, Luis Alberto Spinetta, Fito Páez y Andrés Calamaro, entre muchos otros. Olvidaba algo decisivo, Mafalda.
Pero antes de todos esas imágenes y esos sonidos insustituibles hubo un silencio definitivo: José Hernández, Julio Cortázar, Roberto Arlt, Adolfo Bioy Casares, María Elena Walsh, Juan Gelman y, más allá de cualquier época y edad, Jorge Luis Borges. Nunca he estado en Buenos Aires, pero conozco demasiado bien las cosas que no se pueden olvidar de ella.
Aunque siempre me la paso obsesionado con el futuro de Cuba, nunca paso por alto todo cuanto sucede al sur del Sur. Jamás le he encontrado explicación al destino argentino. ¿Cómo es posible que la patria de tanta gente lúcida y de tantas criaturas brillantes tenga que vivir ese insoportable día a día que es su presente.
Hoy, cuando supe de la muerte de Néstor Kirchner, me hice la misma pregunta. En lugar de tratar de responderla, busqué en mi iTunes una de las inspiraciones más rotundas de Fito Páez, esa donde le canta a un lugar impreciso e indescifrable, a una casa desaparecida con nombre de país: Argentina.

26 octubre 2010

El legado del pulpo Paul, la primera mascota de la Web 2.0

(Escrito para el blog de Campo de Texto)
En la madrugada de hoy murió el pulpo Paul, la primera mascota que se hizo célebre a nivel global gracias a la Web 2.0. El cine animado comenzó con un ratón que hablaba (Micky Mouse), la era del espacio con una perra cosmonauta (Laika) y la Web 2.0 con un pulpo “adivino”.
Durante la Copa Mundial de Fútbol 2010 no hubo un jugador y mucho menos un equipo que llamara más la atención de los cibernautas que el singular molusco. En el acuario de Oberhausen, en Alemania, a miles de kilómetros de Sudáfrica,  Paul hizo más ruido y llamó más la atención que las vuvuzelas.
El hecho de que acertara en un 100% el ganador de cada partido durante la Copa, hizo que Paul llegara a tener más credibilidad y seguidores que los más reputados especialistas del fútbol mundial. Su celebridad llegó a tal grado, que ahora su “vida y milagros” se detallan en extremo en su web oficial, Wikipedia, Facebook y Twitter, entre otros soportes y herramientas.
A pocas horas del fallecimiento de Paul, el Sea Life Aquarium ya ha confirmado que le erigirá un monumento. En una sala de exposiciones se exhibirán los recuerdos de diferentes momentos de su vida, los regalos que recibió de todo el mundo y la urna y las cajas de metacrilato donde Paul hacía sus actos de adivinación.
Pero el mayor monumento a este pulpo común que nació en enero de 2008 en la frías aguas del océano Atlántico está en la red de redes, en las millones de entradas y contenidos que provocó, en las reacciones que sigue produciendo. Paul es una de las prueba más evidentes de que ya nadie está en control de la información y que es la gente quién decide qué quiere que le digan y qué quieren decir.

24 octubre 2010

Una tormenta perfecta amenaza al Paradero de Camarones

Los viejos de mi pueblo lo sabían todo sobre las tormentas. Muchos de ellos habían aprendido el arte de leer las nubes en su tierra natal, las Islas Canarias. A fin de cuentas habían nacido en una situación geográfica muy parecida, apenas un poco más arriba del Trópico de Cáncer, ese paralelo que pasa por encima de La Habana y luego cruza el Atlántico para acabar de darle la vuelta al mundo.
Cuando todo se nubla hacia el Sur, el aguacero acaba cayendo en La Flora, en Espartaco o en Palmira. Pero cuando el cielo se pone negro en dirección a Cruces, el diluvio es inevitable. Otro elemento clave en el pronóstico del tiempo son las auras tiñosas. Cuando se agrupan y comienzan a volar en círculos alrededor del pueblo, con toda seguridad se avecina un vendaval.
Esta foto fue tomada recientemente por Milaydes Veitía (la nieta de Yuyo el Delegado). Una tormenta amenaza al Paradero de Camarones, pero el agua que con toda seguridad cayó, no fue más que un “barredor de tristezas”. Por lo que me cuenta Milaydes, a eso se reduce la vida en un lugar donde ya todo lo que se dice y se desea está en pasado perfecto. Hasta los aguaceros acaban siendo una razón para no salir de lo ocurrido, para quedarse a vivir en el pretérito.

Perfil de la mentira “revolucionaria”

Sucesos como el que provocó el arresto del caricaturista cubano José Varela, no suelen ser reseñados en la prensa. Todos los días ocurren escándalos de ese tipo en todo el mundo. Hasta para el propio Varela hubiera sido menos humillante que sus moretones pasaran inadvertidos. Pero ya él no se pertenece, es una marioneta de la maquinaria de mentiras de la dictadura cubana y como tal tiene que comportarse.
Él mismo, en su delirante descripción de los sucesos, deja claro que se trató de una riña callejera y no de una “agresión a un bloguero revolucionario”, como quisieron hacer ver las bocinas a sueldo del régimen. Recuérdese que se trata del mismo personaje que hace cuatro años asaltó la redacción de El Nuevo Herald con una pistola de juguete, lo cual desató una operación policial donde por poco pierde la vida.
Si las autoridades cubanas de verdad apreciaran a Varela y le quisieran para algo más que para aprovecharse de su inenarrable  conducta, le gestionaran un ingreso en el Hopistal Siquiátrico de La Habana. Ese centro, según el propio Gobierno cubano, es “el mejor de su tipo en el mundo”. Solo le recomendaría a Varela que se lleve una colcha de Miami, porque lo único que no han podido resolver en Mazorra es salvar a sus pacientes del frío.

22 octubre 2010

El ojo hinchado de la dictadura

El caso del caricaturista Varela a mí parece tan patético que nunca le he hecho el más mínimo caso. Él es la raíz cuadrada del oportunismo, el instrumento elevado a la enésima potencia. Se trata, ni más ni menos, de un infeliz que no logró sus sueños y, al verse tan desamparado, tuvo que pedir refugio en la madriguera de sus propios verdugos. Hasta la palabra miserable le queda grande.
Poco a poco, paso a paso, la Seguridad del Estado y los blogueros que se prestan para canalizar sus acto represivos (Manuel Enrique Lagarde y Enrique Ubieta son en ello la avanzada) le fueron tomando confianza. Llegó el momento en que el caricaturista dejó de ser el “loco tarrú” y se convirtió en “nuestro humorista en Miami”.
Por su parte, Varela, ya sin otro sustento al que acudir que no fuera el “tibio amparo” de la dictadura, se dedicó a combatir a todos los que pedían para su patria lo que él mismo había deseado. Este es un caso curioso, porque plantea una posibilidad: ¿Podría algún ciudadano norteamericano refugiarse en Cuba y comenzar a atacar al régimen allí existente? Si los nacidos en la Isla son privados hasta del derecho de regresar a su patria cada vez que quieran, ¿qué podría exigir un extranjero?
Varela es el ojo hinchado de la dictadura, la metáfora más precisa de la bestia que se muerde la cola y prefiere tragar antes que reconocer que está cometiendo una estupidez.

21 octubre 2010

Desde Sagua la Grande con destino a ninguna parte

Ania Puig Chang, una muchacha que fue mi compañera de estudios en la Escuela Nacional de Arte, me colgó la foto en el muro de Facebook. Se trata de la Pizarra Informativa del salón de espera que comparten la estación de ferrocarriles y la terminal de ómnibus de Sagua la Grande, su ciudad natal.
En una plancha de cartón bagazo cuelgan, clavados con puntillas, los horarios impredecibles de las guaguas. Al carácter provisional de los carteles, se suman algunas advertencias sobre el tipo de vehículo. La mayoría de las rutas son cubiertas por camiones, es decir, vehículos de carga amoldados para el transporte de humanos.
Algunos hicimos notar enseguida que nos gustaba la foto. A Gabriel Bertot le pareció horrible y lo puso en un comentario. De inmediato Ania le replicó que no había entendido nada en su intención. Fue entonces que no me pude contener y escribí también un comentario. Eso es, en verdad, lo único que quería decir en este post:
A mí la foto me parece bellísima. Será porque me fascina la antropología y eso que se ve ahí, de una manera rotunda, define muchas cosas con las que me identifico. Está hecho con los pobrísimos materiales que se fabrica la nostalgia cubana, ese olvido que nunca olvidamos. A través de esa pizarra se puede viajar desde Sagua la Grande con destino a ninguna parte.

19 octubre 2010

El cuento chino del arroz

Mi abuelo Aurelio solía molestarse frente al televisor cuando Juan Varela Pérez hacía los reportes sobre la zafra azucarera. En las espaldas de los hombres del Paradero de Camarones, podían contarse los años que habían trabajado bajo el resplandor de los cañaverales o dentro del sopor de los ingenios. Nadie podía hacerles un “cuento chino” de algo que para ellos era una cuestión de honor.
Aunque Aurelio no solía decir malas palabras, siempre le dedicaba la misma frase a Juan Varela Pérez: “¡Ese comemierda no sabe lo que está diciendo!”. En la edición de hoy de Granma, el periodista “preferido” de mi abuelo asegura que “por la influencia directa del bloqueo (…) la producción arrocera dejó de cosechar en la pasada campaña de frío 24,700 toneladas de ese cereal”. De estar vivo, Aurelio le hubiera mascullado hoy su frase invariable.
La producción de arroz, como todos los renglones productivos en Cuba, ha descendido a niveles críticos por la incalculable incapacidad del Gobierno para dirigir la economía. El embargo (llamarle bloqueo es la primera mentira)  no es el culpable de la más importante limitación que afecta a la agricultura del país: la falta de estímulos de los campesinos para cultivar.
Cuando yo era niño, cada cordel de tierra de mi pueblo estaba sembrado. Según se ve en Google Earth, ahora solo se está arando en el potrero de Felo López, en un pedazo de la colonia de Claudio Yero y en la antigua quinta donde vivía mi amigo Norberto. Si alguien bloquea, es el régimen que invalida toda iniciativa realmente productiva y exprime hasta la inoperancia a los más emprendedores.
El cuento chino del arroz no se lo cree ni Juan Varela Pérez. Pero la falsedad para él es un modo de vida. Es algo que ejerce con riguroso descaro desde los años setenta, cuando se paraba en los noticieros a decir que todas las metas serían cumplidas y escondía, debajo de los porcientos y la retórica, el  desastre inevitable.

18 octubre 2010

La era de los creadores de contenidos

(Escrito para el blog de Campo de Texto)
La primera vez que oí hablar de los “creadores de contenidos” fue en el desayuno donde conocí a Sergio Roitberg, presidente & CEO de Newlink Group. Ese mismo día comencé a trabajar en Newlink Communications, donde los contenidos son el núcleo de toda estrategia. Entonces, aún nadie se atrevía a calcular la magnitud de la revolución que provocaría la web 2.0. Sin embargo, Sergio ya estaba convencido de que las redacciones tradicionales eran inviables.
Una de las culpables de que eso haya sucedido es Arianna Huffington, la directora de The Huffington Post, un fenómeno mediático que en apenas cinco años ha logrado 12,3 millones de usuarios únicos al mes, casi los mismos que alcanza The New York Times. Unos pocos creadores de contenidos y un ejército de 6,000 blogueros le ha permitido al innovador medio vertebrar una comunidad de lectores que medios con más de cien años envidiarían.
Mientras The New York Times se resiste a abandonar el modelo tradicional y mantiene su redacción intacta, otros periódicos y revistas han reagrupado a sus redactores en equipos de creación capaces de producir ideas y contenidos que realmente interesen a los lectores. Arianna Huffington aún está suscrita a siete periódicos y confiesa que en su ADN hay algo que le hace adorarlos. Pero después de ella nada volverá a ser igual. Incluso los medios más tradicionales y sólidos acabarán haciéndole caso.

16 octubre 2010

El Hombre Siniestro

Como El Hombre Siniestro jamás dijo ni media palabra, haría mal yo en agregar algo a sus sinlenciosa manera de encarnar el mal. Apenas acotaré que esta tira fue una de las tres que publicó su autor, Antonio Prohías (Cienfuegos, 1921- Miami, 1998) en la "Edición de la Libertad" de la revista Bohemia, en enero de 1959.
Además de terriblemente siniestro, el hombre era un visionario.

La televisión cubana cumple 60 años

En los noventa (no recuerdo el año exacto) puse  por primera vez los pies en un estudio de televisión. La directora de orquesta Zenaida Castro Romeu me invitó a su programa para conversar de no recuerdo qué con el cantautor Amaury Pérez, quien era el otro invitado. Guajiro al fin, yo tenía una idea muy idealizada de lo que debía ser el interior del inmenso edificio de 23 y M. Por eso me impactaron tanto sus ruinas.
No olvido que Amaury entró al set secándose las lágrimas (¡literalmente!), porque le producía mucha tristeza ver el estado tan depauperado en que estaban los estudios donde él había crecido. Su madre, Consuelito Vidal, había sido fundadora de la televisión y desde muy joven se convirtió en un icono entre los cubanos.
Recuerdo todo esto, porque acabo de repasar en La Jiribilla un dossier dedicado al 60 aniversario de la Televisión Cubana. Los articulistas se valen de retóricas, eufemismos y malabares para no abordar la realidad: lo que comenzó siendo una referencia mundial (tanto en tecnología como en creatividad), acabó convirtiéndose en un desfasado espejismo de una realidad más paupérrima aún.
Cuando mi compañía de cable incluyó a Cubavisión en el canal 532, me ilusioné muchísimo. Programé no sé cuántas grabaciones de conciertos, películas y cosas que me parecieron interesantes. Pronto empecé a borrar sin ver para hacer espacio en el disco duro. Ya lo había visto todo o me parecía haberlo visto todo. Lo único nuevo era la desconcertante vejez de las caras conocidas.
La televisión cubana hoy es una fiel imagen de la realidad del país. Lo encarna tan bien, que aparenta tener mucho más de 60 años.

15 octubre 2010

El 33% de la humanidad vio en vivo el rescate de los 33 mineros

El blog de Campo de Texto se estrena con uno de los fenómenos mediáticos más grandes del siglo XXI: el rescate de los 33 mineros chilenos el pasado martes 12 de octubre. Solo los partidos del mundial de fútbol, Wimbledon y la toma de posesión de Barack Obama como presidente de Estados Unidos, han logrado más tráfico en Internet.
Las cadenas de televisión transmitieron en vivo y de manera casi ininterrumpida todo el rescate, desde que la cápsula “Fénix” comenzó a descender por el agujero para sacar a la superficie al primer rescatado (el capataz Florencio Ávalos), hasta que la operación culminó y todos los mineros volvieron a estar junto a sus familiares, en la fría noche del desierto de Atacama.
Alrededor de dos mil millones de personas presenciaron, a través de los 300 medios acreditados, el rescate de los 33 mineros que sobrevivieron más dos meses a casi 700 metros de profundidad. En Twitter, las palabras “Miner”, “Chilean Miner”, “Miners Rescue” y “Rescue” dominaron la lista de trending topics.
Nada movilizó más a los usuarios de Facebook y Twitter durante esas horas. Miles de millones, en múltiples idiomas, compartieron la experiencia y recrearon la historias de manera apasionada. El periódico USA Today calificó al fenómeno mundial como el “mayor reality show jamás visto”.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton (que estaba en Bruselas, en una reunión de la OTAN), reconoció que la heroica operación la tenía fascinada: “Con la diferencia horaria fue difícil, pero no podía dejar de mirarlo”, dijo al programa Good Morning America, de ABC.
Cuando esos 33 hombres quedaron sepultados a casi 700 metros bajo tierra, tenían muy pocas probabilidades de sobrevivir. Ahora, que ya están a salvo, las probabilidades que tienen de volver a tener una vida normal son aún menores. Ellos lograron salvarse de la mina Esperanza, pero permanecerán atrapados por la Web 2.0 por muchísimo tiempo más.

14 octubre 2010

Cuba ya no gana ni en la vitilla

La vitilla es, como el “cuatro esquinas” cubano, el modo que tienen los dominicanos de armar un partido de béisbol bajo cualquier circunstancia. Se juega con un palo de escoba y una antigua tapa de botellón de agua (con la introducción de los botellones plásticos cambió el tipo de tapa. Pero las envasadoras de agua siguen produciendo vitillas “originales”, la cuales se pueden comprar en cualquier colmado).
Anoche disfruté hasta el final el partido decisivo entre Texas y Tampa Bay. Cuando los Rangers por fin lograron la victoria, me fui a Cubavisión para poder ver el juego entre Cuba y República Dominicana. A pesar de que en él se definía la medalla de oro del Campeonato Pre-Mundial, ninguna televisora local se interesó en transmitirlo. Supongo que antes averiguaron que no había ni anuncios ni televidentes para él.
El equipo Cuba, como siempre, estaba integrado por los más relevantes jugadores que hay disponibles en la Isla en estos momentos. Dominicana, en cambio, era una rara amalgama de veteranos en retirada y novatos desconocidos. Como consuelo, puedo decir que para mí fue un verdadero placer disfrutar otra vez del displicente Tony Batista o del audaz Bernie Castro, dos astros que años atrás brillaron en las Águilas Cibaeñas.
Este equipo dominicano, a diferencia de los que se han presentado en los Clásicos, no tenía ninguna estrella rutilante, pero todos sus integrantes estaban en forma (venían de jugar ligas en México y Asia) y eso hizo la diferencia. Los veteranos ya no son ni la sombra de lo que fueron y los novatos aún son una incógnita, pero bastaron para probar que Cuba ya no gana ni en la vitilla.
Porque eso fue lo que me pareció el partido al llegar a Cubavisión, después de haber estado 9 innings en Fox, disfrutando a Rangers y Rays.

13 octubre 2010

Chile puede sacarnos del hoyo

Latinoamérica, por muchas razones, permanece en un letargo que ha hundido a sus naciones en un pasado del que no pueden zafarse. Regímenes incapaces (antes eran de derechas y ahora son de izquierdas), democracias fallidas, gobiernos populistas y corruptos… Ese es el panorama de un continente que se ha quedado a la zaga del futuro.
En el Índice de Desarrollo Humano (IDH) elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ningún país latinoamericano aparece entre los primeros 30. Sin embargo, en ese grupo hay varias naciones que ha emergido con éxito de situaciones muy difíciles, como son los casos de Israel, Corea del Sur y Eslovenia, que ocupan los lugares 24, 25 y 26 respectivamente.
Chile exhibe el mayor IDH del continente y ocupa, a su vez, el lugar 40 a nivel mundial. No es una casualidad. La vida democrática en la nación suramericana ha sido muy diferente de la del resto de los países de la región. Cada nuevo gobierno le ha dado continuidad a los planes estratégicos del anterior. Los políticos chilenos han preferido, tanto los de derecha como los de izquierda, el bienestar de la gente antes que las ideologías.
Desde anoche, el mundo entero está pendiente de la operación de rescate de los 33 mineros que permanecían atrapados a 700 metros de profundidad en la Esperanza. La seriedad y el rigor con el que el Gobierno chileno ha llevado a cabo el salvamento, ha llamado la atención de todos.
El ejemplo de Chile también puede sacarnos del hoyo a nosotros. Construir una sociedad como esa podría ser la salida más viable para América Latina.

12 octubre 2010

Thank you, Bobby

El béisbol todavía es un arte por hombres como Bobby Cox. Anoche, cuando cayó el out 27 y los Gigantes de San Francisco acabaron ganándole la serie a los Bravos, el mánager de Atlanta simplemente dio la espalda y se perdió de vista por el túnel del Turner Field.
Ayer llegó a su fin una de las carreras más brillantes en la historia de los timoneles de Grandes Ligas. 16 apariciones en post temporadas, 14 títulos divisionales de forma consecutiva y una Serie Mundial son cifras impresionantes, pero ninguna de ellas podría describir en verdad lo que significó Bobby Cox en el Big Show.
Nunca más le veremos maldecir y escupir andullo sobre la yerba. Ya no volverá a quitarse la gorra para lanzarla contra el polvo, a los pies de un árbitro. Nadie más podrá expulsarlo del terrero de juego. Ahora, sencillamente, se irá a casa y se dedicará a jugar golf o a fumar habanos con la cara de indolencia de Groucho Marx.
En los días finales  de abril de 2011 todos empezaremos a echarle de menos a Bobby. Serán entonces que entederemos de verdad lo que significaba el sabio anciano del número 6 en la espalda. Esa empecinada criatura que construía cada jugada con una paciencia de ajedrecista.
No le volveremos a ver con el uniforme de sus amados Bravos hasta que le abran las puertas de Cooperstown. El próximo juego de Bobby Cox es en el terreno de la inmortalidad.

Aramís Quintero, también desde Temuco

Aramís Quintero, también desde la estación de Temuco, en Chile, ha enviado un poema a El Fogonero. Todo empezó miles de kilómetros antes, en la estación de Versalles (no en París, sino en Matanzas, esa ciudad cubana que, según Cintio Vitier, se parece a la capital francesa… al menos “a escala de crepúsculo”).
La semana pasada le pedí a Aramís que escribiera una de las estaciones de Matanzas y él eligió la de Tirry. Horas después me envió un email diciéndome que se había desviado hacia la otra, la de Versalles, donde rinden viaje el tren de Hershey y el río Yumurí.
Pero al final el autor de Cálida forma no escribió ni una ni la otra y se subió a un viaje imaginario rumbo a Casablanca (no en Marruecos, sino en La Habana, del otro lado de la bahía). Con ese texto quedó inaugurada la sección Trenes, la cual espera el arribo de muchas otras colaboraciones.
Con este poema, Aramís sigue viajando en tren a través de El Fogonero. Algo que me da mucha alegría. Recuerdo el sitio exacto que ocupaban sus libros en mis libreros allá en Camarones. Alguna vez leí todos esos textos mientras trenes reales lo estremecían todo en mi monótono campo.


Apurando ya el paso, más que ligero,
compañeros de viaje, nuestro tren vuela.
Van quedando los pueblos atrás, y vienen
los monótonos campos.

Los andenes de siempre, llenos, anuncian
nuevos trenes. Ninguno podrá alcanzarnos
antes de la estación que nos espera.

Quiso la suerte unirnos en este viaje:
hemos de agradecérselo de algún modo.
Démonos un abrazo bien fuerte...
(debiéramos ser muchos, y somos pocos).

Lo que vea cada uno tras sus cristales
—una hoguera lejana, un portal encendido—,
dígalo, por favor, no se lo calle,

que sólo así podremos acompañarnos.
Hacia la vasta noche, aullando,
nuestro tren vuela, amigos.
(De Voz de la madera)
ARAMÍS QUINTERO (Matanzas, 1948)

11 octubre 2010

Damaris Calderon manda un poema desde una estación en Temuco

Damaris Calderón es una poeta de Jagüey Grande, Matanzas, que se ha quedado a vivir y a escribir en Chile. Desde haces unos días, gracias a las estaciones que entrañables amigos han ido reconstruyendo en El Fogonero, converso con ella a través de las ventanas de Facebook.
Después de enviarme un viaje que empezaba y se acababa en el andén de su pueblo, Damaris me confesó que los trenes siempre pasan junto a ella. Para probarlo, adjuntó una foto donde camina por las vía de una estación en Temuco.
En un mensaje anterior, la autora de Guijarros me preguntaba de dónde había sacado yo la foto de la estación de Jagüey que ilustra su texto: “Me dieron ganas de llorar, ese no fue el que conocí, naturalmente, pero... es el mismo color desvaído, la misma negrura y el borrón pueblerino...”.
Justo después de esos tres puntos suspensivos me copió un poema suyo que reproduzco aquí. Damaris y yo somos de la misma edad. Nuestros viajes, sueños y desilusiones se parecen mucho y se entrelazan en las mismas vías férreas. Por eso, aún cuando hace tanto no nos vemos, siempre nos mandamos un abrazo así de grande.


La ventanilla de un tren corta
-no asesina-
corta impasible como un carnicero
las reses         el paisaje
lo que se va quedando atrás
y entra definitivo en el pasado.
Nada  más cruel   más plácido
que hacer señales desde una ventanilla
que pulir este vidrio inofensivo
(nadie se picará las venas).
Quizás del otro lado
alguien reanuda este diálogo mudo.
Pero no nos vemos
gracias a la eficacia del conductor
a la vertiginosidad del tren cuyo destino es moverse
moverse con su carga de pasajeros muertos
sorprendidos soñando en un vagón oscuro.
DAMARIS CALDERÓN (Jagüey Grande, 1967).

10 octubre 2010

Marxismo-feudalismo

Carlos Marx sigue siendo un hombre lúcido. Muchas de las cosas que dijo (él y Engels, a estas alturas sus cabezas son inseparables) siguen teniendo sentido y, sobre todo, razón. El problema del marxismo ha sido siempre de “puesta en escena”. Así en en Europa como en Asia o en América Latina nadie ha sabido (o querido) interpretar a la yunta de filósofos.
En Corea del Norte, como en Cuba, todas las teorías sobre el proletariado y la dialéctica han quedado reducidas a una sucesión monárquica, tal como ocurría en sociedades mucho más primitivas que las que Carlos Marx y su escudero se dedicaron a criticar.
Corea del Norte ha celebrado hoy el 65 aniversario del Partido de los Trabajadores con un despampanante desfile militar. Largas fila de tanques, vehículos antiaéreos y misiles avanzaron por la plaza Kim Il-sung de Pyongyang. El único fin de toda esa algarabía era que Kim Jong-il presentara públicamente a su hijo menor, Kim Jong-un, como su sucesor.
A Carlos y Federico esas escenas le hubieran parecido aberrantes. Pero en Corea del Norte, como en Cuba, el marxismo está cada vez más cerca del feudalismo que del comunismo.

09 octubre 2010

La mujer del Nobel

Liu Xia duerme y escribe versos a solas. Desde 2009, su marido cumple una condena de 10 años de cárcel. Ella es la mujer de Liu Xiaobo, el Nobel de la Paz 2010. Dos días después de que se diera a conocer la noticia en Oslo, él es el único hombre en el mundo que no sabe que ha ganado el reconocimiento. Sus carceleros no han tenido la decencia de hacérselo saber.
En China, como en Cuba, pensar diferente es un delito. Liu Xiaobo pasará una década de su vida en un calabozo por haber firmado la Carta 08, un manifiesto político que aboga por la modernización política de China. En el texto, se reclama libertad, derechos humanos y la partición de poderes en el país asiático.
Desde que se supo la noticia, Liu Xia permanece en arresto domiciliario y no se le permite el más mínimo contacto con ningún reportero internacional. Un cerco militar mantiene su casa rodeada y, hasta ahora, ha sido infranqueable. Todo el que ha intentado pasarlo, ha sido "invitado" a abandonar la ciudad.
China es una muralla de vergüenzas que muchos pasan por alto para no afectar sus relaciones comerciales. De ahí la importancia del Nobel a Liu Xiaobo. No hay un símbolo más peligroso que una mujer que duerme y escribe versos a solas, que no la dejan salir de su casa ni hablar con nadie. Nada impone más temor que una mujer que no flaquea.

07 octubre 2010

La fiesta de Mario

Muchos grandes escritores (algunos, incluso, mucho más grandes que la inmensa mayoría de los ganadores) se han ido de este mundo sin el Nobel. El caso más vergonzoso, probablemente, es el de Jorge Luis Borges. Aunque Borges ya no veía, los académicos suecos lucieron infinitamente más ciegos que él al ignorarlo.
La larga espera de Mario Vargas Llosa tampoco tiene excusa. Antes que él, han premiado a varios escritores que ni se acercan a su dimensión como narrador y ensayista. Me parece que en ambos casos la penalidad se debió a las ideas políticas y no a la calidad de los textos escritos (que es al final de lo que se trata el Premio).
Afortunadamente, a los suecos se le acabaron las excusas o prefirieron no tener que seguir buscándolas. Por fin se ha hecho justicia y Mario Vargas Llosa ya tiene el mismo premio que Gabriel García Márquez, un novelista inferior a él. Mientras el Gabo parrandeaba con dictadores, Mario escribía. Por eso ahora, cuando se pone la obra de uno al lado de la del otro, la diferencia es tan notable.
Para el escritor español Javier Cercas, "no hay ningún novelista en nuestro idioma que haya escrito un conjunto de novelas semejantes". La fiesta de Mario por fin llegó. Demasiado tarde, pero al menos a tiempo para darle las gracias a un hombre que nunca puso en subasta su conciencia, que jamás se alquiló para contar como un sueño las pesadillas ajenas.

06 octubre 2010

Terroristas eficaces

El régimen cubano acaba de declarar al 6 de octubre como “Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado”. En esa fecha, en 1976, una aeronave de Cubana de Aviación explotó en pleno vuelo y cayó al mar. 76 inocentes perdieron la vida. Se trata de un hecho condenable desde todo punto de vista. Una cobardía sin excusa.
Solo hay una imprecisión en el decreto. Los que murieron en Barbados no fueron víctimas del ataque de un estado, sino de un grupo de asesinos. Por eso podría proponerse que en el futuro, en una Cuba libre, la celebración de ese día se haga el 13 de julio. Esa fecha, en 1994, 37 cubanos (10 de ellos eran niños) murieron cuando la embarcación en la que huían de su país fue hundida por órdenes de Fidel Castro.
Aunque luego trató de hacerse ver como un accidente, los sobrevivientes han relatado con lujo de detalles aquella trágica noche: Las embestidas, los cañones de agua y la negativa a rescatar a los que permanecían a flote. Ni siquiera se accedió a recuperar los cadáveres.
Meses antes del atentado de Barbados, el 6 de junio de 1976, el Comandante en Jefe admitía en un discurso que el Estado cubano podía ser un eficaz terrorista. Demasiado tarde, ya lo era. A través del Departamento América del Comité Central, Manuel Piñeiro, alias Barba Roja, entrenaban terroristas y organizaban ataques en toda América Latina.
El “ministerio” de Piñeiro no se limitaba a las armas. También contaba con los servicios de un grupo de investigadores que maquillaban sus fechorías con un soporte ideológico. Las víctimas de las acciones perpetradas por Barba Roja son incontables en muchos países del continente.
Con la celebración del “Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado”, el régimen parece ignorar que todos los pueblos lloran a sus muertos. Y cuando lo hacen, sean quienes sean, la injusticia tiembla.

04 octubre 2010

Granma publica opiniones de Carlos Alberto Montaner

Gracias a los "problemas personales" de Jean-Guy Allard con Carlos Alberto Montaner, Granma publica hoy las opiniones del escritor cubano sobre los recientes sucesos en Ecuador. Los lectores de la isla, privados de cualquier otra fuente que no sea las oficiales del régimen, seguramente agradecerán la inquina de Allard y pasarán por alto sus rabiosas exageraciones para leer las citas in extenso de Montaner.
Por primera vez, en el periódico oficial del Partido Comunista de Cuba, alguien se aparta de la matraca y las consignas para definir la irresponsable provocación de Rafael Correa: "Si a él lo llegan a matar en ese momento (...) eso hubiera dado origen a un baño de sangre en el país, ¿por qué hizo eso?, esas cosas no se hacen. Ese no es un comportamiento presidencial —el haberse quitado la corbata y desafiar a los policías", dijo Montaner.
Con tres frases entresacadas por el propio Allard, Carlos Alberto define la personalidad de Correa y su verdadero objetivo durante la crisis: “hombre colérico”, “persona que le cuesta mucho trabajo controlarse” y “no fue a buscar ni consenso, ni a conversar, fue a derrotar”.
Jean-Guy tuvo hasta el tino de reservar un espacio para el humor y la ironía de Carlos Alberto (una de las cosas que más disfrutan sus lectores en Cuba): “La imagen de un Presidente repleto de testosterona, que es capaz de controlar la situación... y eso entre alguna gente, que es muy primitiva, que tiene poca educación, quizá eso despierta cierta simpatía”.
La edición de Granma de hoy fuera tan irrelevante como siempre si no publicara los puntos de vista de Carlos Alberto Montaner sobre la crisis en Ecuador. Sus lectores deben estar muy agradecidos a Jean-Guy Allard por eso.

01 octubre 2010

Los marineros cubanos lo cuentan todo

Buscando cosas sobre Cienfuegos, la ciudad que más me gusta a mí, di con los testimonios del capitán de navío Esteban Casañas Lostal, un marinero cubano que se exiló en Canadá y ha decidido contar sus venturas y desventuras a bordo del Bahía de Cienfuegos, uno de los barcos de la marina mercante de Cuba.
Siguiendo la estela de la bitácora de Casañas, llegué a Faro de Recalada, un foro donde muchos otros marineros escriben, dialogan y participan. Desde muchos puertos del mundo y desde otras ciudades de las que no se ve el mar, estos hombres (negros y rojos y azules) ha logrado acopiar incontables historias que, sin ellos, se hubieran perdido.
La flota pesquera, travesías y cabotajes, la Marina de Guerra, la Academia Naval, el inventario de los buques que pertenecieron a la marina cubana, los accidentes ocurridos, los nombres de los marineros que perecieron y, por último, un capítulo dedicado a esos navegantes por cuenta propia que fueron capaces de lanzarse a las impredecibles aguas del Golfo a bordo de una precaria balsa.
Faro de Recalada es un reencuentro de compañeros de historia que, tomando en cuenta lo implacable que debe ser la verdad, han decidido contarlo todo.