15 noviembre 2011

Carreteras secundarias

El penúltimo día en Las Villas salimos de Santa Clara muy temprano en la mañana. Cuando comenzamos a subir lomas rumbo a Manicaragua, volviste a decir que esa es una de las carreteras más lindas que has visto en tu vida. Señalaste un lugar bien alto (si mal no recuerdo en dirección a La Yaya) y dijiste que te gustaría tener una casa allí.
Cuando entramos al pueblo de Manicaragua te enseñé el rodeo, donde mi padre me llevó a ver a Pedro Yera (el mejor vaquero que he conocido en mi vida, contando a John Wayne y Clint Eastwood). Gracias al gran parecido que tenía con Sergio Corrieri, él era quien corría a caballo cada vez que los personajes del actor lo requerían.
Ya conté lo que hicimos ese día en el Hanabanilla y El Nicho, solo me faltó nuestra promesa de volver a ese lago para navegarlo de un extremo a otro. Cuando bajamos del Escambray, te pedí que fuéramos a despedirnos del Paradero de Camarones. Al pasar por Cumanayagua, traté en vano de caminar por el andén de la estación. Frustrados, nos bebimos unas cervezas.
Fiel a mi obsesión, en Potrerillo también nos desviamos para buscar las ruinas de la estación por la que pasaba el tren de Mataguá. Antes, en una presa, nos apartamos del camino por un sendero que acabó por hundirse en el agua. Allí nos detuvimos un largo rato, el suficiente para satisfacer la euforia del día.
Cuando se acabó la última botella de ron, me despedí de mis amigos de infancia y de mi pueblo. Ya empezaba a caer la noche. Estábamos tan cansados que en el camino de regreso apenas dijimos nada. Creo que nunca le quitamos la palabra a Andrés Calamaro, quien tuvo tiempo para cantar al menos dos caras de Honestidad brutal.
Ninguna imagen resume mejor todo ese trayecto que tus pies contra el vidrio, delante de las nubes de mi provincia, perdidos en una de aquellas carreteras secundarias.

6 comentarios:

Mario Crespo dijo...

Todo lo que escribes de tu tierra, la grande y la más pequeña es hermoso, pero ahora que tienes "musa" de blancos y suaves pies, tu poesía tiene un brillo diferente, con target directo. "Sólo el amor, engendra la maravilla.." como dijo el otro poeta. Me alegro y te felicito.

Tania dijo...

oye camilo eso que estas haciendo es un libro lindisimo. por favor publicalo olajala que tenga las fotografias incluidas porque has logrado hacer de tu viaje a cuba una historia que al menos yo leo como una novela. te felicito por tu sensibilidad y tu imaginación no todos ven lo que tu has visto de esa manera tan sencilla y encantadora. le comentaba a una maiga que nos has escrito de ningún lugar famosos ni de lo que todos escriben sino que has reflejado tu propio mundo como si lo demás no te importara. otra vez felicidades!!!!

Valdivia dijo...

Ño asere envidio a Diana, sin mariconería ni na' pero haber hecho ese viaje contigo es una maravilla; me imagino que ella lo disfrutó mucho, bueno man, se le ve en los pies que iba flotando jejejejej
Te acuerdas los viajes a MOA?????

Anónimo dijo...

BELLO, BELLO, BELLO. GRACIAS POR COMPARTIR TUS SENTIMIENTOS. ERES RARO, PORQUE ERES MUY SENSIBLE PERO AGUAJIRAO, COMO SE PUEDE SER ASÍ???? FISICAMENTE PARECES UN HABANERITO PERO TU RECALCAS A CADA PASO TU CONDICION GUAJIRA. ERES DE VERDAD ASI???

Freddy Ginebra dijo...

Tienes que reunir algún día todas estas memorias para hacer un libro... Pura nostalgia cubana.
Te abrazo y espero mi turno en el jacuzzi.

Anónimo dijo...

Definitivamente te gustan los lindos pies!!