17 noviembre 2011

Vinci no sobrevive

La ópera prima del cineasta cubano Eduardo del Llano ha sido rechazada por la Comisión de Selección del Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Con el título “Cuando solo se tiene el arte para sobrevivir”, Del Llano reproduce en su blog una carta abierta que envió a los organizadores del certamen.
“Sólo dos razones explicarían semejante proceder. Una, algún tipo de suspicacia política. No tanto con la película –se desarrolla en Florencia en 1476- como con el realizador. Ese criterio resulta patético a estas alturas, y no voy a honrarlo con una discusión, mucho menos a explicar aquí mi pensamiento, mucho más de izquierda que el de cualquier censor”, dice el también guionista.
En el mismo post, a renglón seguido, se incluye la respuesta del organismo que dirige Alfredo Guevara. Es casi seguro que el documento no esté redactado por el anciano dirigente, pero posee todos los eufemismos y el jabonoso proceder del individuo, quien siempre ha llevado un saco suelto sobre la espalda sin que se le haya caído ni una sola vez.
“El Festival se propone reconocer y difundir las obras cinematográficas que contribuyan, a partir de su significación y de sus valores artísticos, al enriquecimiento y reafirmación de la identidad cultural latinoamericana y caribeña. La decisión de que tu filme Vinci no haya sido seleccionado para competir en el Festival, no obedece a valoraciones artísticas ni de otra índole, sólo temáticas”, respondió la Comisión de Selección.
Ante la rotunda negativa de que su película compitiera en el Festival, Eduardo del Llano decidió retirarla de la sección Panorama Latinoamericano, donde había sido relegada. Falta ver ahora el filme para enterarnos de las verdaderas razones por las que se decidió excluirlo. Mientras tanto, me asalta una duda. ¿Cuáles fueron las excusas para incluir Kangamba en el Festival de 2008?
La trama de esa película de Rogelio París se desarrolla en Angola, del otro lado del océano Atlántico. Me costó trabajo, pero la vi hasta el final. Gracias a eso puedo asegurar que no tiene el más mínimo vínculo con la identidad cultural latinoamericana y caribeña. ¿Por qué a una guerra en África le dicen que sí y a un conflicto en Florencia, no?
Le pregunto eso a la Comisión, aunque jamás se dignen en responder.

1 comentario:

Anónimo dijo...

GENIAL NOTA. (TU AMIGO DEL ALMA: SALVADOR LEMIS)

Las respuestas a todas nuestras dudas habrían que preguntarlas a Josef Stalin, pero por suerte está muerto.
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Pero creo que algunas respuestas doy en mi obra LA CEBRA, recién publicada en TABLAS. Busca la versión digital en TABLAS ALARCOS.