14 julio 2012

Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir y Ernesto Guevara en un tren nocturno

 
Fue en 1960. Hacía apenas un año del triunfo de la revolución cubana. Para un existencialista como Jean Paul Sartre, aquella gran rebelión parecía la cura de todos sus pesimismos. Él y su compañera, Simone de Beauvoir, recorrieron la isla entera sin poderse recuperar del asombro.
Una de aquellas madrugadas, Ernesto Guevara los recibió en su despacho. Según confiesa Sartre en Huracán sobre el azúcar (el libro que Ediciones Revolución publicó en aquel mismo año sobre su viaje), experimentó una rara sensación cuando llegó a las oficinas del guerrillero. Le pareció haber entrado en el compartimiento dormido de un tren antes del alba.
Decenas de jóvenes barbudos, sucios y extenuados, se apelotonaban en un largo pasillo. Le habían dicho adiós a las armas y ahora trataba de enfrentar una tarea no menos riesgosa: asumir altas responsabilidades en asuntos y funciones de los que no tenían ni la más mínima idea.
Emocionado, Sartre recuerda una frase de Pascal: “Es preciso no dormir”. Solo que unos párrafos antes había descrito a un joven rebelde que dormía con un tabaco en los labios. Guevara los recibió acabado de bañar. En una de las fotos del encuentro, el filósofo deja que el guerrillero le alcance el fuego para su habano.
En el libro no se cuenta de qué trató la conversación. Los otros testigos tampoco dieron muchos detalles. Sartre prefirió concentrarse en la lucha de aquellos jóvenes contra el sueño: “No sé cuándo descansan Guevara y sus compañeros”, admitió con desconcierto.
52 años después del encuentro, el sistema económico que promovió el argentino se parece a la impresión que le produjo su oficina al francés. Hoy Cuba es un tren donde todos duermen antes del alba. Inmóvil. Sin una hora de salida ni un destino determinado. 

3 comentarios:

Diana S. dijo...

No sirvió de nada, de nada. Hasta cuando!

Anónimo dijo...

EL ARGENTINO ESE NO ERA MAL ECONOMISTA PORQUE SU VERDADERO OFICIO ERA ASESINO. ALGUN DIA LOS FAMILIARES DE TODOS LOS CUBANOS FUSILADOS POR EL LE HAREMOS EL MONUMENTO QUE REALMENTE SE MERECE.

Anónimo dijo...

¿Y el "serial killer" argentino se bañó alguna vez?... ¿Hay constancia de eso?